Piensa en su muerte, sin embargo llevaba la vida sobre el deseo de vivir con Cervantes: rodeado de paisajes amenos en el río Combeima, leía a Plutarco y Macaulay.
Isaacs fue un sereno espectador de su propia muerte sucedida en los primeros días del mes de febrero de 1895, su velación o posible agonía culminó en el palacio episcopal.
Actualmente la casa donde habitó Jorge Isaacs ubicada vía Llanitos está bajo el cuidado de personas particulares, su arquitectura tiende a desaparecer por el estado en que se encuentra.
que buenas fotos de la casa ...que pesar el estado en que se encuentra...acaso no valoramos nuestros patrimonios culturales?
ResponderEliminarJuanita, gracias por compartir tu opinion, y tiens razon, no cuidamos nuestros valores...
ResponderEliminarSaludos